viernes, 30 de noviembre de 2007

El Fútbol y la Pedagogía Libertaria

El Fútbol y la Pedagogía Libertaria

En la Escuela, cuando se comienzan a pisar los últimos meses del año, el aire tiene un sabor distinto. El sol llena de energía los cuerpos de los chicos y las chicas, y el calor se roba por completo el oxígeno de las salas de clase. ¿Quién no recuerda los días medios de diciembre, a las tres de la tarde, con la sala apestando y el profe de historia dando la lata? En esas condiciones nadie (pero absolutamente nadie) puede conseguir la tan anhelada concentración. El entorno es el preciso entonces para romper las barreras del aula y ocupar todos los espacios y recovecos que nos brinda la Escuela.
Definitivamente los niños y las niñas se transforman una vez que salen de la sala. Es tan grato verlos correr en todas las direcciones, otros se empujan sin razón alguna, y el clásico “grupito” que se pierde en algún lugar oculto que albergue sus travesuras de infancia. En fin, la gran mayoría juega, juega y sólo juega.
El juego forma parte esencial en la vida de todo ser humano, en esas instancias el inconsciente aflora más puro que nunca, nos olvidamos de edades, de autoridades, de normas sociales y de todo lo establecido, lo único que prevalece son las reglas del juego mismo. En el juego todos cumplen una función determinada, si se toma como tal, la competencia pasa a un segundo plano y la entretención se apodera del entorno.
Personalmente, creo que no existe un juego más entretenido y más social que el fútbol. Basta con algún elemento de forma circular y un par de entusiastas jugadores para que comience el recreo mental.
Aquí en el Colegio partió todo como una buena broma, “juegan profes contra alumnos” se rumoreaba por los pasillos. Hasta que alguien tomó la palabra y se organizó el primer encuentro deportivo de Profesores v/s Alumnos. No quisimos jugar en el Colegio (aquí dentro seguimos estando protegidos por el fuero social y autoritario que poseemos como docentes) así que elegimos una cancha cercana, a medio mal traer por tanto “dribling” en su superficie, pero igualmente útil para nuestro propósito. Las chicas no quisieron quedar fuera, y como las profesoras no se animaron a jugar, participaron en “la hinchada” con carteles y gritos alentando a sus compañeros. Obviamente, nadie quería que ganáramos, era el momento exacto para revindicarse, para que David por fin acabara con el detestado Goliat. Para qué hablar de los patadones que tuvieron que aguantar las docentes canillas del equipo de “adultos”. La verdad, siempre he jugado a la pelota, pero ya no recordaba la inagotable energía que se tiene cuando se es adolescente, ¡quedamos muertos del cansancio!, y obviamente, como lo indica la lógica futbolera, perdimos…la pasión por la venganza discente jugó un papel protagónico, y como todos saben, el fútbol es más mente que talento.
Luego vinieron muchos encuentros más, incluso nos hicimos el hábito de jugar todos los jueves (ojo con lo que escribo JUGAR). En los siguientes partidos el resultado se hizo repetitivo, los profesores recuperaron su nivel y se transformaron en un grupo invencible, pero ya en el cuarto o quinto partido dejamos de contar los goles, ya el resultado pasó a un segundo plano…primer paso Libertario.
A medida que pasaban los minutos en la cancha, los chicos no necesitaban mucho tiempo para olvidar la “autoridad docente”, por lo que las faltas, los garabatos, los improperios de la hinchada, y todo lo que comúnmente se ve en un encuentro deportivo de esta especie, se hicieron presentes y se quedaron para no marcharse: dentro de la cancha, todos somos jugadores, nada más…segundo paso Libertario.
La semana pasada nos aburrimos del baby fútbol, y jugamos a lo grande en la cancha de fútbol del Ovalle. Un detalle no menor es que en estos juegos participan TODOS, sin importar el talento o la habilidad con que cuenten una vez frente al balón, el único requisito es tener ganas de jugar y no “picarse”, como dicen los chicos, vale decir, el que comienza a competir dejando de lado el juego, es remendado. Esta tarea la cumplimos al comienzo los profesores, pero con el tiempo los niños fueron adoptando la misma mentalidad, hasta el día de hoy que ya no es tema, nadie se cuestiona que al momento de entrar a la cancha el juego se apodera de los pastos y la competencia queda en el camarín…tercer paso Libertario.
Cuando terminan los noventa minutos, todos nos abrazamos, bromeamos con las jugadas, le hacemos hoyitos a la autoridad, uno que otro enganche al egoísmo, se la echamos a correr y le ganamos en velocidad a la competencia, nos pasamos con una pared asociada a el buen vocabulario y le metemos un gol de media cancha al individualismo, porque no hay deporte más social que el fútbol…cuarto paso Libertario.
Entonces la clase se hace en un salón sin murallas y repleto de pasto, con un par de arcos en cada lado. La Pedagogía Libertaria irrumpe en la cancha de aprendizajes de los chicos, instaurándose desde y hacia el inconsciente, valores como los ya mencionados. Por eso es tan valiosa la instancia del juego con los chicos y las chicas, y si es por medio del fútbol, ¡mejor aún!, por algo dicen por ahí que es “el deporte mas hermoso del mundo”.

Esteban Figueroa Cornejo
Profesor de Educación General Básica

viernes, 23 de noviembre de 2007

Somos AuKinKo

DEFINICIÓN DEL PROYECTO

Este proyecto con fines educativos se funda a partir del requerimiento por recuperar los espacios educativos dentro de la escuela que potencien a las y los educandos, logrando de este modo aprendizajes para la vida desde sus intereses y necesidades, donde primordialmente se establezca como base la libertad desde la posibilidad de potenciar su autonomía, pensamiento crítico y autocontrol, fortaleciendo así el protagonismo de sus propios aprendizajes y vinculándolos de manera más práctica con su quehacer cotidiano.

Esta necesidad surge desde la observación y práctica de algunas experiencias educativas existentes dentro de los establecimientos educacionales “vulnerables” (deprivados social y culturalmente), donde se han podido evidenciar deficiencias en todos los ámbitos pedagógicos, advertencia que lleva a considerar trascendental la problemática referente al desarrollo productivo y eficaz de las horas pedagógicas utilizadas en los talleres ACLE (Actividades Curriculares de Libre Elección).

Como profesionales hemos comprobado con el ejercicio en terreno que las horas destinadas a los talleres son empleadas como horas de “reforzamiento de los diferentes subsectores”, lo que revela que el objetivo planteado por el Ministerio de Educación, dentro del contexto de la reforma educacional, no se estaría cumpliendo, es decir “no se hace lo que se dice que se hará”.

Subsiste la necesidad de replantear los objetivos de una educación en donde los principales aspectos a reforzar sean los que revindican al ser humano como ente pensante y activo, sentando las bases en la autonomía y el autogobierno. En contra parte, la educación actual se sustenta en una práctica autócrata en donde las opiniones, los pensamientos, las ideologías y convicciones de los y las estudiantes pasan a situarse en el último peldaño de la pirámide. ¿Qué sentido tiene entonces educar para construir nuevos conocimientos con el alumnado si no se toman en cuenta sus reales intereses?, ¿Qué sentido tiene imponer metodologías y contenidos completamente ajenos a la realidad y entorno de los niños y las niñas, quienes los reciben como si fueran vasijas a llenar? Para la idea de educación que plantea esta propuesta estas prácticas no tienen sentido alguno, pues uno de los valores que pretendemos fomentar es aquel que hace alusión al respeto por el ser humano y su condición como tal.

Es por ello que con la convicción de llevar esto a cabo, nos hemos otorgado la facultad para idear un proyecto de intervención educativa activa y participativa, en donde las y los educandos disfruten de la posibilidad de acceder a una educación dispuesta a cubrir sus necesidades como seres humanos, en donde los valores sean protagonistas durante todo el proceso y en donde adquieran la capacidad para discernir, puedan experimentar con sus propios saberes e integren y construyan el concepto de libertad, lo que les permitirá llegar a abrigarla y proyectarla, de manera de hacer uso de ella según su naturaleza más primitiva, “LA LIBERTAD NO SE REGALA, HAY QUE CONQUISTARLA”.

Nuestro objetivo central es conseguir que los niños y niñas mediante esta labor educativa, logren conseguir un desenvolvimiento de sí mismos, una autorregulación de sus derechos y responsabilidades, y a su vez de su conducta, la cual constantemente es oprimida; que se concedan legítimo el derecho a construir aprendizajes de manera consciente y con entusiasmo, de modo de sentir que pueden expresarse libremente y sin restricciones, pudiendo manifestar constantemente su felicidad y alegría. De esta manera, fluirá de forma natural la fascinación con lo que cada uno y una pueden conquistar tan sólo con la comprensión de lo que sucede en su entorno, es decir, que se transformen en seres humanos plenos e íntegros.

Esta sociedad educativa nace en el año 2007 bajo el alero de nuestras inquietudes y vivencias en distintos contextos y por ende, distintos establecimientos educativos. Vivencias que no siempre han sido satisfactorias en nuestras personas. Con razón de esto surge la necesidad urgente de este equipo de profesionales en crear y realizar propuestas metodológicas que tengan asidero en instituciones educativas públicas y privadas, agrupaciones sociales y en general, cualquier grupo de personas con la inquietud de construir una innovadora práctica pedagógica en donde el ser humano se ubica como el centro de su propio desarrollo y evolución.

Como individuos independientes llevamos más de cinco años realizando distintas actividades para fomentar el desarrollo social y comunitario en distintas áreas: Investigación, atención integral y talleres autosustentables para comunidades educativas deprivadas, asimismo la participación voluntaria en talleres de completación de estudio, etc.

Bajo este referente de actividades en terreno, se nos hace posible poner a disposición la experiencia de nuestros profesionales a distintos establecimientos educativos de cualquier contexto socio cultural, esto se debe a que como colectivo tenemos como premisa la investigación previa del contexto en el que desarrollamos nuestra labor, de este modo, los saberes se contextualizan, poniéndose al servicio de las necesidades reales de los niños y las niñas, aspecto que les permite construir conceptos educativos que sean realmente factibles de llevar a cabo en la vida cotidiana, generando de esta manera en los y las educandos conciencia y sentimientos colectivos y comunes para trabajar por una sociedad participativa, reactiva y activa.

AuKinKo